Hoy os traemos la experiencia gastronómica que tuvimos en ‘Monumental’, un restaurante situado a los pies de la Catedral de Murcia con apenas dos meses de vida y que está causando furor entre los amantes de la buena mesa.
A lo largo de este post leeréis la palabra «Josper» en varias ocasiones. Para saber su significado, aquí os dejamos una breve explicación que os recomendamos leer antes de continuar.
Los artífices de este restaurante han conseguido combinar la cocina mediterránea con toques contemporáneos, ofreciendo una amplia carta adaptada para todos los públicos. Su espectacular decoración y su ambiente de lujo hacen que puedas disfrutar de una comida o cena agradable.
Para ir abriendo boca, seleccionamos tres entrantes que, a pesar de ser «clásicos» en los restaurantes de moda actuales, prometían hacernos disfrutar. Y así fue.
«Nachos al josper». Un clásico donde los haya. Su sabor a brasas ensalza este plato. A medida que íbamos comiendo estaban aún más jugosos por el calado en las tortitas de maíz de su salsa con carne y el queso cheddar fundido. ¡Ojo con el toque picante de sus jalapeños! hacen de éste un plato uno de los más atrevidos.
Nos sorprendió el segundo de los platos: «Pulpo con muselina de pimentón y patata rota». Original presentación de este tradicional plato de la cocina española, que sin perder su esencia, en Monumental han conseguido darle un toque innovador con su gratinado de mahonesa superior al josper.
El tercero y último entrante fue un «Tartar de atún sobre guacamole con aliño japonés», el cual destacó por su explosión de sabor en el paladar, fruto de la salsa de soja que a su vez elimina el picor de los taquitos de cebolla minúsculos, haciendo de este plato un entrante fresco y moderno.
Llegamos al ecuador de la cena. Esta vez decidimos pedir dos platos principales al centro, dado que nos habían adelantado que los postres eran espectaculares, y queríamos guardar un hueco.
Escogimos una «Pluma ibérica de bellota hecha al josper», acompañada por una salsa de chimichurri, unas patatas al horno y unos pimientos de padrón. Para los que no conozcan esta sabrosa carne, se trata de una pieza situada en la parte anterior al lomo del cerdo y que no contiene grasa alguna, ideal para hacerla a la brasa y cuyo consumo se está poniendo muy de moda últimamente.
Seguimos con un delicioso «Risotto trufado de hongos, jamón ibérico e idiazabal», que nos encantó por su potencia de sabor a setas. La combinación con las virutas de jamón ibérico e idiazabal era perfecta.
Llegó la hora del vino, si bien la carta de vinos no es demasiado extensa las referencias que tienen recorren buena parte del país y ofrecen una selección relación calidad precio exquisita.
El vino elegido para la ocasión fue Enate 2013, D.O Somontano. Un crianza moderno que combina Cabernet Sauvignon y Merlot a partes iguales. Con sabor afrutado y un final largo, que se nos hizo muy agradable para acompañar tanto la carne como el atún rojo.
Por último, llegaba el turno de los postres, turno para los golosos como nosotros y no se nos ocurrió otra cosa que degustar cinco platos.
En el primero de ellos, de nuevo nos encontramos con el «josper», pero esta vez nos sorprende en un gofre. Realmente no deja de ser lo que parece, pero la cremosidad de la salsa de chocolate (tan difícil de conseguir), junto con el helado de vainilla y unas «no anunciadas en la carta» palomitas dulces, daban el toque diferente a este postre.
En segundo lugar, nos sorprendieron con esta suculenta torrija. Como su nombre indica, estaba caramelizada por encima. Junto a ella, un simple pero espectacular helado de turrón. Pero sin duda, el toque diferente lo aportaba la salsa toffe. Un postre muy recomendable si te gustan los platos muy muy dulces.
A continuación, no podíamos dejar de probar nuestra más que preferida cheesecake. Esta vez con base de galleta Oreo menos compacta que en las tradicionales. La acompañaba un helado de frutos rojos que sustituía a la mermelada de este mismo sabor. Indescriptible este postre que, a pesar de parecer muy simple, nos sorprendió en todos los aspectos.
Nuestros gustos se dividen a partes iguales entre cheesecakes y tiramisú. Por eso, elegimos este postre sin dudarlo. Tenemos que decir que a pesar de haber probado muchos tipos de tiramisú, éste nos resultó totalmente diferente. Es un tiramisú que destaca por su asombrosa cremosidad, tanto que hasta puede parecer un yogurt. Un agradable toque de vainilla y su combinación con el bizcocho de té verde nos hicieron disfrutar. Si hay que ponerle un «pero» quizás no tiene nada que ver con el tradicional tiramisú que todos hemos probado.
Para terminar, el más original de los postres en cuanto a sabor y presentación. Ya nos habíamos fijado en él cuando uno de los camareros lo llevaba hacia otra mesa antes de comenzar a cenar. Cuando llegó el momento, no dudamos que ese debía de ser uno de los nuestros y ¡menos mal!
Se trata de un crumble. Si comenzamos desde el fondo, encontramos una salsa toffe que envuelve el crumble de pera, todo ello salpicado con galleta molida (muy similar a la base de una cheesecake). Además, era imprescindible probarlo junto con el helado de vainilla bourbon, cerrar los ojos e imaginarte el mejor de los postres. Esa fue nuestra sensación y así os recomendamos que lo hagáis. Espectacular.
Y llegamos al final de esta agradable visita a Monumental. El ambiente, la amabilidad y eficacia de su servicio, la presentación de sus platos y los sabores que descubrimos hacen que sea visita obligada en Murcia.
Así que ya sabes, si te consideras un auténtico FoodieViajero… ¡visítalo y cuéntanos tu experiencia!
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