La Niña Guindilla

La Niña Guindilla

‘La Niña Guindilla’ es el espacio gastronómico más sorprendente y peculiar (junto con El Pollo Rockero), de toda la Región de Murcia. Con su cocina y sus elaboraciones rompen completamente la cultura gastronómica murciana.

Tan solo cinco mesas dotan a este pequeño local situado en un estrecho callejón del Barrio del Carmen, cuyas reservas se convierten en misión casi imposible (solo puedes reservar por Facebook y en persona).

Su cocina, abierta, sin artificios, con las dimensiones de un apartamento y con productos elaborados al momento. Un servicio de mesas relajado y casero que te hace sentir en una atmósfera íntima y cercana.

Su carta, enfocada a una sabrosa cocina internacional nos dio pie al disfrute más absoluto para las cuatro personas que fuimos, si bien las raciones para compartir entre 4 se quedan algo escasas. Están diseñadas para 2-3 personas. Si vais dos, no tengáis miedo en pedir alegremente, la cuenta no se os disparará.

Un local decorado con estilo vintage, cuyo mobiliario parece sacado de un rastro y que te hace recordar al salón de casa de tu abuela. Pero todo esto pasa a un segundo plano cuando la pareja que regenta ‘La Niña Guindilla’, da rienda suelta a sus elaboraciones, fusionando (con cabeza) muchas cocinas del mundo.

Los entrantes:

  • Pan chino, panceta, salsa de ajo, guindillas y pepino. El mejor bocado de la carta. Con el primer bocado dijimos que marcharan otros 4
  • Buñuelos de dorada, queso cremoso y espirulina. suave esponjoso, con muchas  mollas de dorada, pero flojo de sabor.
  • A lo largo de la cena nos dimos cuenta que acostumbran a cocinar con poca sal.

    Para compartir:

  • Patatas al puñetazo al estilo ‘La Niña Guindilla’. Original textura de las patatas fritas (no se aprecia en la foto) que recuerda a las bravas. Ojo a las salsas que van bien de picante.
  • Boll campoyano de pollo, zanahoria y mango. abunda mucho la zanahoria y el mango brilla por su ausencia. lo mejor de este plato es su aliño.
  • Pulpito a la brasa con picada tailandesa
  • Tallarines de sepia con setas, ajo y guindilla. Brutal plato 
  • Para terminar:

  • Com tan de presa ibérica con arroz salvaje. Alucinante la presa ibérica (macerada con soja, miel y lemon gras). Plato obligatorio de pedir.
  • Raviolis de rebo de toro, setas y manzanas. La salsa dulce empañaba el sabor del rabo de toro. Otra combinación brutal que merece una vuelta de tuerca.

Los postres. Estuvieron correctos, bien elaborados. Recomendables para compartir 

  • Tarta de queso 
  • Creme brulée

Por cierto, para maridar sus platos cuentan con una brevísima carta. Para algunos será suficiente, para otros quizás falten referencias. Vermú caserotinto de verano caserotres vinos tintos y tres blancos. Y hasta aquí se puede beber.

Aquí saldréis a una media de 25€ por barba. Para nosotros, el disfrute está garantizado, debiendo puntualizar que no todo el público murciano está acostumbrado a este tipo de sitios. Aquí hay que abrir un poco la mente y dejar a un lado el triplete marinera-caballito-pulpo.

* FECHA DE LA VISITA: JUNIO 2018

- El equipo de Foodieviajeros -

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